El que no sabe amar decide alejarse y quien lo siente decide traicionar, y tus ásperas mentiras me mostraron tu oscuro pensamiento de infidelidad. La seguridad la desechaste cuando tus mentiras no me convencieron, sin importarte lo que yo decía, seguías las órdenes del súbdito real.
Cuando tus mentiras rodeaban mis expectativas, todo era prosperidad, pero algo dentro de mi decía que la muerte y la mentira comenzaban a rondar. Y ahora solo siento tu voz zigzagueando en fantasías jamas escritas, pero solo creías que yo tambien predicaba tonterías.
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